¿Por qué iniciarse en la práctica instrumental?
Los expertos recomiendan que los niños comiencen a tocar un instrumento desde edades tempranas. Gracias a la gran cantidad de beneficios que aporta la práctica instrumental, los alumnos desarrollan:
• La psicomotricidad fina (brazo, mano, dedos). Mediante la adecuación del cuerpo al instrumento musical, y el trabajo técnico de éste, se consigue un mayor control corporal.
• La atención y concentración, adquiriendo capacidades que le permitan resolver problemas en diferentes áreas.
• La memoria. El uso constante de los dos hemisferios cerebrales al coordinar ambas manos, conlleva una mayor agilidad mental.
• Fomenta la constancia y la disciplina, ya que aprender a tocar un instrumento es un reto que requiere de práctica constante y paciencia, volviéndose también parte de la vida cotidiana de la persona.
• La confianza en uno mismo, ya que a través de la música puede expresarse mediante otro lenguaje, superando sus miedos, y creando relaciones sociales más profundas.
• La capacidad de reduce el stress, la ansiedad y la depresión, sirviendo de antídoto natural.
• Una actitud positiva hacia la vida, siendo más felices.
En la Academia Molto Vivace, el alumno puede cursar:
A partir de 4 años (como complemento a la clase grupal de Pequeños Músicos)
• Guitarra
• Violín
• Violonchelo
• Piano
• Ukelele
• Canto lírico y moderno (a partir de 10-12 años)
La enseñanza instrumental posee unas características especiales, una de ellas es la necesidad de una práctica individual del instrumento para que los progresos del alumno sean visibles a corto y largo plazo. Los padres cumplen en este aspecto un papel fundamental, cooperando con el profesor para que mediante el trabajo individual se consolide y elabore el realizado en el aula.